viernes, 19 de junio de 2015

Pensamiento 1.
La patronal y los sindicatos han llegado a un acuerdo sobre las subidas salariales de 2015 y 2016. Ambas partes están contentas, los unos porque continúa la contención salarial, los otros porque se rompe la tendencia descendente, y todos por una especie de síndrome de Estocolmo compartido.
Acuerdos como éste van en la dirección equivocada. Aportaré cuatro razones.
1ª. La retribución es el punto más importante de la relación laboral y debe reflejar a) la situación y posibilidades de cada empresa y b) la aportación de valor de cada empleado dentro de ella. Ello exige una relación personal entre empleador y empleado, en la que uno y otro se miren a los ojos y manejen responsablemente ambos términos. Este acuerdo baypasea esa relación, a veces incómoda, pero necesaria.
2ª. Si se suplanta la responsabilidad personal tanto de cada empleador y de su estructura de mandos como de cada empleado por acuerdos entre funcionarios que desconocen la realidad concreta, es ilusorio pretender que los empleados tengan una actitud de compromiso con la empresa.
3ª. No vale aplicar soluciones idénticas a situaciones diferentes. Y ni la situación de las distintas  empresas ni la aportación de cada empleado son las mismas.

4ª Se ha dicho hasta la saciedad que las alzas salariales deben estar vinculadas a mejoras en productividad. No sólo no es así en este acuerdo, sino que se establece expresamente una cláusula de garantía vinculada al IPC.

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