lunes, 22 de junio de 2015

Pensamiento 3.
Frente a la prioridad de la creación de riqueza, algunos insisten en la necesidad de un justo reparto. No seré yo quien lo niegue. Pero no se puede repartir lo que no se tiene.

La renta básica, o la mínima, o los subsidios, o las ayudas a ciertos colectivos, u otras formas modernas y laicas de la limosna o socorro social, pueden ser necesarios para paliar situaciones críticas, pero no resuelven el problema: dan el pez, no enseñan a pescar. Los verdaderamente beneficiados por las ayudas son los políticos que las distribuyen: generan la sensación de que ellos son justos, poderosos y protectores del débil, cuando en realidad lo que hacen es mantenerlo en su situación de dependencia -lo que les garantiza su voto- y por lo tanto de debilidad. Hacer bandera electoral de ayudas, subsidios, etc. es una forma de manipulación.

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