Pensamiento 17. Sobre los despidos, 4. Los
beneficios colaterales
Señalaré tres
beneficios colaterales -sin duda hay más- que recibe la dirección de una
empresa que despide empleados. No siempre ni todas las direcciones, pero sí con
frecuencia.
1. Beneficio “objetivo”. La dirección es la responsable de los problemas de
competitividad que pretende resolver eliminando empleados. Con el despido
transfiere, a quienes nada tienen que ver en el origen de esos problemas, las
consecuencias de su mediocridad.
2. Beneficio social. Los accionistas y mercados acostumbran a aplaudir
los despidos con entusiasmo infantil. Los directivos que, por no estar a la
altura de sus responsabilidades, recurren a los despidos, aparecen ante ellos
como los héroes de la empresa.
3. Beneficio psicológico. Entrar en la dinámica de los despidos produce en los
directivos, sobre todo si se generan tensiones y conflictos, la impresión de
que están haciendo un gran esfuerzo y sacrificio. El encontrarse tan ocupados y
estresados con esta tarea que tiene más desgaste que beneficio, les proporciona
justificación subjetiva para eludir su principal responsabilidad: la de
redefinir el proyecto y crear valor de forma equilibrada para todos sus
principales entornos. Esta responsabilidad es mucho más exigente y por eso
muchos directivos prefieren rehuirla y sentirse importantes decidiendo y
ejecutando los despidos.
Este mecanismo se
desarrolla en el ámbito de lo no consciente: quien lo desarrolla lo niega, pero
su existencia y sus efectos son tan evidentes como perversos.
De ese modo la
desagradable tarea de despedir se convierte en una paradójica zona de confort
psicológico, capaz de justificar muchas mediocridades.
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