martes, 4 de agosto de 2015

Pensamiento 19.
La empresa capitalista es la mejor vía que ha encontrado la humanidad para crear riqueza material y no sólo material. Allí donde se ha instalado, ha conseguido como ninguna otra institución multiplicar la capacidad creadora de los humanos: el numerador de la ecuación.
La evolución reciente del capitalismo, de industrial a financiero, está mermando su capacidad creadora de riqueza. El que unos se enriquezcan a costa del empobrecimiento de otros no está en su esencia, como pretende vendernos el pensamiento único.
Es necesario “desestructurar” al capitalismo, liberarlo de creencias sin fundamento convertidas en dogmas, repensarlo. La empresa capitalista es demasiado preciosa como para liquidar cuestiones fundamentales acerca de ella con lugares comunes sin justificación racional seria.

Hay tres convicciones especialmente claves, aceptadas universalmente sin la menor crítica, porque “lo dicen todos” y “no puede ser de otra manera”. Son los tres dogmas a los que me he referido en el pensamiento anterior: que la empresa es propiedad de sus accionistas, que tiene la finalidad de lograr beneficios para éstos, y que en ella lo más importante es el dinero. No se sostienen conceptualmente y es preciso cuestionarlos a fondo. Los iremos desmontando.

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